POMEROL

CHÂTEAU BELLEGRAVE

Pomerol

Château Bellegrave y sus 8,5 ha de viñas —un 75 % de ellas dedicadas a la variedad merlot y un 25 % a cabernet franc—, se sitúan en el sudoeste de la denominación Pomerol.
El suelo está compuesto por gravas pedregosas (de ahí el nombre de «bella grava»), arcilla y arena, y un subsuelo rico en óxido de hierro. A este suelo y perfecto subsuelo se añade un microclima ideal que propicia la excelencia de los vinos.
Pero estas excepcionales características naturales no serían suficientes sin la pasión y la sublimación que aporta el cultivo biológico.
Tras una vendimia a mano, las bayas perfectamente seleccionadas y ligeramente pisoteadas fermentan luego de forma natural en cubas termorreguladas.
La crianza se lleva a cabo en barricas de roble durante aproximadamente 20 meses antes de proceder al embotellado.

El vino

La principal característica de Château Bellegrave es la elegancia. Todos los comentarios de cata ensalzan por igual el fruto fresco y crujiente, la suave entrada en boca, y la finura y sutileza constantes.

Permítase descubrir también Château des Jacobins, Pomerol y Château Matignon y Saint-Emilion, cultivados en agricultura biológica y producidos por Jean-Marie Bouldy.

La filosofía bio

100 % Bio 100 % Pomerol

Para Jean-Marie Bouldy, el proceso de conversión hacia la agricultura biológica empezó hace 10 años. Después de tomar conciencia del peligro de determinados productos, optó por llevar a cabo esta conversión de forma sensata y metódica. Recuperó el diálogo con la naturaleza y la consideración global de la planta, el suelo, el clima, las estaciones y la biodiversidad de la flora y la fauna.

Paulatinamente el trabajo se concentra en las viñas, ya que la calidad del fruto es suficiente para ofrecer una uva con un gusto incomparable. Simplemente queda organizar la vinificación y ayudarla, con sencillez y de forma correcta.
Tenemos lo fundamental para crear un vino excelente: ¡Pomerol y bio al mismo tiempo!

Historia

En Château Bellegrave, tres generaciones han sido suficientes para dar sentido a un pequeño mundo consagrado a la naturaleza, la tierra y la viña en este terruño único que lleva por nombre Pomerol.
Todo comenzó a finales del siglo XIX, con la llegada de los abuelos, oriundos de Périgord y Corrèze. Se instalaron en Arveyres, cerca de Libourne como agricultores y viticultores.

En 1951, el hijo, Jean Bouldy, compra Château Bellegrave. Por aquel entonces, la denominación no gozaba de la notoriedad de la que goza hoy en día. Al igual que otros viticultores locales, Jean Bouldy logra el reconocimiento de la propiedad a fuerza de coraje y pasión.

Jean-Marie Bouldy toma las riendas de la propiedad en 1980, acompañado por su esposa Pascale en 1995. Sus hijos empiezan a trabajar también en la propiedad, Aurélie en el 2014 y Jean-Baptiste en el 2015, perpetuando así la vocación familiar de Château Bellegrave.

Contacto

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